LA VENGANZA DE DON
MENDO
El pasado 17 de diciembre los alumnos de 2º de la ESO
asistieron en La Laboral, de Gijón, a la representación de La Venganza de Don Mendo, hilarante parodia de los dramones
románticos estrenada en 1918. Pedro Muñoz Seca, sirviéndose de constantes
ripios, nos cuenta las desventuras amorosas del protagonistas, y su posterior
venganza. Cruzan por el escenario un desopilante plantel de nobles arribistas,
musulmanas enamoradizas, amantes reales, disfraces, trovadores, y líos sin
igual. En cuanto a la representación, a cargo de la compañía El Espejo Negro,
inclinarse por marionetas parece a primera vista arriesgado, por demasiado ñoño
e infantil, pero el resultado fue grandioso: mejoraba el aprovechamiento del
espacio, permitía un mayor juego escenográfico, y realzaba el carácter
caricaturesco de los personajes, a través de su aspecto. Además, se añadieron
ciertos sketchs que permitían una mayor proximidad con el espectador: aparición
de Michael Jackson o Raphael, números musicales, referencias a la política
actual, etc…
LA CASA DE BERNARDA ALBA
Por su parte, los alumnos de 1º de Bachillerato asistieron el día 4 de enero, en la casa de cultura de Mieres, a la respresentación que el grupo Teatro Casona realizó de la obra de Lorca La casa de Bernarda Alba, una tragedia opresiva sobre la subyugación de la mujer en la España profunda, y sobre el fracaso del amor ante las convenciones sociales. La actuación resultó muy profesional, con actores de distintas edades para encarnar a los personajes de la obra, todos ellos femeninos, y con una dicción, en general, muy correcta y perceptible. Además de la importancia que el autor y la obra tienen ya de por sí, fue una ocasión especialmente adecuada para anticipar contenidos obligatorios del próximo curso.
LLÁZARU DE TORMES
Por último los alumnos de llingua de todos los niveles asistieron a
a una adaptación
teatral del clásico de la literatura española, Lázaro
de Tormes,
traducida al asturiano. Además de conocer de primera mano el
argumento del texto, pudieron comprobar la validez y vigor del
asturiano para servir como lengua de comunicación y traducción. En cuanto a
la representación,
la escenografía, a pesar de su parquedad, resultó más que adecuada y versátil
(simbolismo de los cuernos – cornetas, utilización de la montera
picona, el carromato, el banco, etc…); y en cuanto al actor, muy
profesional: a pesar de tratarse de un monólogo, asumía el papel de
los distintos amos por medio de la gesticulación y sobre todo la
modulación de la voz.